En ocasiones escucho muchos compañeros que no saben porque existen ciertas ciudades con un encanto especial, cuyo nombre el público general no suele tener en mente cada vez que planea abordar un viaje. Supongo que en ocasiones nos perdemos con la mirada de los demás y dejamos de utilizar la nuestra. Por otra parte es bastante lógico, es mucho más cómodo.
A todo el mundo se le viene a la mente, la anécdota de mirar hacia un lugar, normalmente hacia el cielo, como si avistásemos algo, y como la gente movida por nuestro interés, va parando hasta generarse un grupo importante de personas que no saben que miran. A lo que el primero, podría responder que no miran nada. Evidentemente es un caso extremo, en el turismo gracias a dios, siempre hay algo que mirar. Y de hecho lo último que pretendo es ofender, sin embargo mucha gente sigue moviéndose siempre por los lugares que otros marcaron sin percatarse, que el destino es algo que debemos decidir nosotros, nadie más.
Cuando se piensa en turismo de playa en la costa valenciana, siempre se escucha Benidorm o Gandia. No dejan de ser buenos sitios donde ir, pero, por qué no mirar un poco más allá, quizás encontremos lugares de ensueño, y se me pasa por la mente más de uno.
Lo mismo me pasa cuando pienso en lugares como Burgos, tanto ciudad como provincia. Burgos te permite la posibilidad de descubrir un enorme patrimonio gótico, renacentista, barroco, esencialmente con su Colegiata de San Pedro en Lerma, o los retablos de Felipe de Vigarny o Diego de Siloe, no sólo en la Catedral de Burgos sino también vistosos como el de Santa Clara de Briviescas. Provincia llena de castillos y sepulcros Reales, donde además de los artistas mencionados también deja obras de gran talla Berruguete.
Todo esto aderezado con la contemporaneidad de su Centro de Arte Contemporaneo, o espacios como El Cultural Cordón y Círculo Central que no hacen más que enriquecer la oferta cultural.
Pero, por si esto no fuera poco, sumamos gastronomía, fiestas y unos parajes naturales realmente sorprendentes como los Montes Obarenes, el Salto del Nervión, las Lagunas de Neila, Hoces del Ebro y Rudrón o los Sabinares del Arlanza, repletos todos ellos de una fauna variada y singular que contribuyen a hacer de la provincia un lugar único, con cientos de rincones donde perderse y disfrutar.
Sin duda, provincia como ciudad presentan un elevado interés tanto para el turismo cultural de ciudad como el turismo cultural rural.
Fiestas más representativas de la ciudad de Burgos:
- San Lesmes: Se celebra el domingo mas proximo al 30 de Enero. Tiene gran importancia la gastronomia local.
- El Obispillo: Se celebra cada 28 de Diciembre.
- San Pedro y San Pablo: Sin duda, son la mayor expresión festiva de Burgos. Se celebran a finales de Junio.