sábado, 22 de enero de 2011

Otro año más FITUR

Lo cierto es que preferiría seguir en otra dirección, muy distinta, al escribir esta nueva entrada, pero la actualidad prima, y si encima se trata de hablar de turismo, pues no queda más remedio que estar con la cabeza puesta en estas fechas, un año más, en FITUR.
Sin duda es un lugar donde se debe estar, o por lo menos si no estás como expositor, visitar para reunirte con conocidos del sector, o realizar nuevas amistades con el fin de mejorar y expandirse un poco más.
Lo que  no se puede poner en duda, es la importancia de la Feria para el sector empresarial, pero ¿Qué es lo que sucede para el gran sector particular? Creo que no vale con llenar bolsas, ni carros de propaganda, de motivos o regalos que pueden no transmitir una realidad cuando hablamos de ciertos destinos. Yo he presenciado casos en los que gente ha llenado carros, sí carros de la compra que se llevan directamente a la feria para acumular los típicos detalles que en los cientos de stands se regalan.
Particularmente soy de las personas que considero que el regalo es algo puramente añadido, que sí, que vivimos en una sociedad de consumo, que sí, que vivimos en una sociedad donde la imagen vende, pero no puedo evitar en confiar mi trabajo a algo más serio, vender confianza, seriedad y seguridad. Y cuando me refiero a seguridad, se trata sobre todo de seguridad en un compromiso de satisfacción, que sabes, que va a tener tu cliente. Por que cuando viajas, no sabes si volverás y por eso mismo, debe ser prioritario que dicha experiencia, no sea solo buena sino sobresaliente, y ese debe ser el trabajo por parte de los que facilitamos un servicio, mucho más allá, de como nos apetezca vender nuestro producto. Lamentablemente, como en todo sector, hay quien apuesta por el todo vale, precios increiblemente reducidos, pero servicios y prestaciones en algunos casos muy deficientes. Y claro toca reclamar, pero a quien, y sobre todo qué reclamas, importe, tiempo, ilusión, un sueño de muchos años o confianza despositada.
Las Ferias ya sean de turismo o pertenezcan a otro campo, deben, pues de alguna manera se hacen públicas, enfocar mejor su condición de feria, pues pasa como con  las de arte, y pronto vendrá ARCO, que mantienen una posición desacertada  frente al visitante particular, y cuando elaboran estrategias para adaptarse al mismo lo hacen de manera errónea y equivocada.

sábado, 15 de enero de 2011

Mitos y Leyendas de España

Una de las cosas, que más nos llama la atención de viajar, es descubrir la realidad que se encierra entre las calles, monumentos o gastronomía de un pueblo, y por qué no, la fantasia, o medio-realidad si queremos, que también encierran aquellos lugares.
Las leyendas o cuentos son relatos que forman parte de un legado consuetudinario, que identifica un grupo o comunidad, y que fuera, que se pueda entender como un conocimiento informal de aquel, son fundamentales para su entendimiento.
A este legado evidentemente no escapan ni siquiera los monumentos, basta con coger  como ejemplo la leyenda que se esconde tras una de las construcciones más bellas de Sevilla, la Torre del Oro.
"Vecina del Guadalquivir y símbolo de la ciudad, hay quien afirma que su nombre viene de que no sólo estaba cubierta de oro por fuera sino también por dentro, sin embargo de su nombre se desprende otra historia.
Historia que tiene como protagonistas a una hermosa joven y al rey don Pedro I, llamado el Cruel. La joven casada con un caballero, comenzó a ser asediada por dicho rey, que cuanto más la veía, más enamorado estaba de ella. La dama pudorosa terminó recluyéndose en un convento.
No gustando dicha resolución a don Pedro, ordenó que se profanará su retiro conventual y se secuestrara a la hermosa dama. Los sevillanos, que si algo saben es comprender la belleza de una dama, aseguran que su pelo era tan semejante a las madejas de oro que de esa comparación le viene el nombre a la Torre donde fue encerrada".