Lo cierto es que preferiría seguir en otra dirección, muy distinta, al escribir esta nueva entrada, pero la actualidad prima, y si encima se trata de hablar de turismo, pues no queda más remedio que estar con la cabeza puesta en estas fechas, un año más, en FITUR.
Sin duda es un lugar donde se debe estar, o por lo menos si no estás como expositor, visitar para reunirte con conocidos del sector, o realizar nuevas amistades con el fin de mejorar y expandirse un poco más.
Lo que no se puede poner en duda, es la importancia de la Feria para el sector empresarial, pero ¿Qué es lo que sucede para el gran sector particular? Creo que no vale con llenar bolsas, ni carros de propaganda, de motivos o regalos que pueden no transmitir una realidad cuando hablamos de ciertos destinos. Yo he presenciado casos en los que gente ha llenado carros, sí carros de la compra que se llevan directamente a la feria para acumular los típicos detalles que en los cientos de stands se regalan.
Particularmente soy de las personas que considero que el regalo es algo puramente añadido, que sí, que vivimos en una sociedad de consumo, que sí, que vivimos en una sociedad donde la imagen vende, pero no puedo evitar en confiar mi trabajo a algo más serio, vender confianza, seriedad y seguridad. Y cuando me refiero a seguridad, se trata sobre todo de seguridad en un compromiso de satisfacción, que sabes, que va a tener tu cliente. Por que cuando viajas, no sabes si volverás y por eso mismo, debe ser prioritario que dicha experiencia, no sea solo buena sino sobresaliente, y ese debe ser el trabajo por parte de los que facilitamos un servicio, mucho más allá, de como nos apetezca vender nuestro producto. Lamentablemente, como en todo sector, hay quien apuesta por el todo vale, precios increiblemente reducidos, pero servicios y prestaciones en algunos casos muy deficientes. Y claro toca reclamar, pero a quien, y sobre todo qué reclamas, importe, tiempo, ilusión, un sueño de muchos años o confianza despositada.
Las Ferias ya sean de turismo o pertenezcan a otro campo, deben, pues de alguna manera se hacen públicas, enfocar mejor su condición de feria, pues pasa como con las de arte, y pronto vendrá ARCO, que mantienen una posición desacertada frente al visitante particular, y cuando elaboran estrategias para adaptarse al mismo lo hacen de manera errónea y equivocada.
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